Un país vibrando con su Selección de fútbol. Así está hoy España, esperando a que mañana llegue el partido más importante de la historia reciente de la selección española. Alemania nos espera. Un rival que siempre está en las últimas fases de los torneos que disputa. Eso habla bien de la competitividad que tiene la selección germana. Respeto absoluto por el rival.
Pero esta es la Eurocopa de España, no tengo dudas. Si Alemania no tuviera la historia que tiene, pronosticaría una victoria más cómoda de la que seguramente será. Pero ganaremos, lo pienso desde hace bastante tiempo, desde que el seleccionador apostó por una idea de jugar al fútbol con el balón y con los llamados "jugones" en el campo. Al fin un estilo, al fin sabemos a qué jugamos y al fin, gracias a eso, podemos celebrar algo grande.
Con menos furia y más talento. La selección española ha llegado hasta la final de la Eurocopa por la puerta grande y haciendo un gran favor al fútbol. La segunda parte contra Rusia merece entrar en los anales de este gran deporte. En tierras de Mozart, España interpretó la mejor sinfonía del fútbol que Europa ha escuchado en muchos años. Bajo la batuta de Iniesta y Xavi, y con el acompañamiento de otros dos genios como Cesc y Silva, el equipo de Luis dominó el encuentro en todas las facetas: juego al primer toque, creatividad e ingenio para inventar espacios y, ya con ventaja en el marcador, habilidad e inteligencia para esconder el balón a los rusos, que ayer fueron un equipo que simplemente acertó a correr detrás de los jugadores españoles.
España rompió ayer con el tópico de la ‘furia española’ que le ha acompañado durante los últimos 40 años. Con esta Eurocopa está quedando claro que la furia quedó enterrada para dar paso al talento. Ninguna selección ha jugado al fútbol con la destreza del equipo de Luis Aragonés. Ni la lesión de Villa fue un hándicap, pues había un plan B para jugar con un solo delantero y fraguar la victoria en el centro del campo. El trío habitual, formado por Xavi, Iniesta y Silva, se convirtió en un póker de ases con Cesc Fábregas. Y luego ya se rizó el rizo con un repóker que completó Xabi Alonso. De alguna manera puede decirse que el estilo Barça llevó a la selección hasta la final de la Eurocopa. La teoría de los tres pequeños del equipo de Rijkaard funcionó en la selección a las mil maravillas. Jugones en lugar de trotones. La aportación que está haciendo la Escuela de la Masía es innegable en esta selección.
Ahora sólo queda un partido para la gloria absoluta. El próximo reto es romper con otro de los tópicos, el de que al fútbol juegan once contra once y siempre gana Alemania. Posiblemente el fútbol alemán no está en su mejor momento pero, como pronostiqué, ha ido ganando y también está en disposición de levantar la Copa. Pero si España es capaz de repetir el segundo tiempo del partido contra Rusia, el fútbol debe reconocer su apuesta por la técnica y la fantasía y darle el título que le acredita como campeona. Si yo fuera Luis Aragonés, no me obsesionaría con el rival. Lo único que aquí importa es que la selección pueda desplegar su fútbol. No hay razones para tener miedo del palmarés alemán. Lo mejor es que desde Casillas hasta Fernando Torres tengan la libertad para desarrollar todo el fútbol que tienen dentro. No hay que meter fantasmas en la cabeza de los jugadores. Son mejores... y punto.
¿Que por qué vamos a ganar esta Eurocopa?
1. Porque jugadores como Xavi, Cesc, Iniesta o Silva, cortados por un mismo patrón, han liquidado definitivamente los tópicos de la furia. Quieren la pelota, nunca la rifan y su apuesta es inequívocamente ganar jugando bien a fútbol. Ellos lo dicen:
“Hablamos el mismo idioma futbolístico”. “Todos los que poblamos este centro del campo de España somos jugadores criados en la misma cultura de juego“ (La Masía). “Intentamos jugar pensando rápido, jugar a uno o dos toques, mover la pelota a la máxima velocidad y crear los espacios para luego poder ocuparlos”. “Este es un equipo en el que se juega más rápido que en los otros y esa en nuestra mejor arma para hacer daño a los rivales. Me siento muy bien jugando al lado de Xavi e Iniesta, con los que me unen tantas cosas”.
2. Porque tenemos al mejor portero del mundo, Iker Casillas.
3. Porque todo el equipo está jugando con una gran intensidad, que sumada a la calidad de sus jugadores, nos hará levantar este ansiado trofeo. Si el talón de aquiles de este equipo parecía ser la defensa, de momento está rayando a gran altura.
4. Porque Luis desde hace bastante tiempo, cuando decidió apostar por estos jugadores y no otros, comenzó a acertar en casi todas sus decisiones. Está más centrado que nunca y tiene la suerte necesaria en todas las decisiones que toma, fundamental para lograr el objetivo de ser campeones. Luis se ha olvidado de los nombres en beneficio de los hombres. Poco le importa que haya más catalanes que madrileños, menos vascos que andaluces. Ha conseguido un grupo unido, un equipo titular que nadie discute y hasta los reservas dan la talla cuando tienen su oportunidad. A los 70 años le llega la gloria, el reconocimiento mundial, el éxito más deseado.
5. Porque todos cuentan y forman un verdadero equipo, esta vez no hay bandos ni polémicas, una vez desterrada la campaña mediática pro Raúl. La roja se ha convertido en una camiseta querida gracias a unos jugadores que no se creen dioses ni van de figuras, asumen su papel con trabajo y entrega convencidos de que el esfuerzo tiene recompensa. El mito de la furia que tantos disgustos nos dio en el pasado ha quedado enterrado, es la hora de los futbolistas talentosos, de los jugones, de un puñado de hombres jóvenes con hambre de victoria.
6. Porque, aunque el papel de favorito en una final no le guste a nadie, somos los favoritos. Alto y claro. Somos los favoritos para el partido contra Alemania. Es verdad que ellos tienen el palmarés, pero nosotros el fútbol. Si jugamos como en los cinco partidos anteriores ganaremos. Eso sí, muy atentos a las jugadas a balón parado de los alemanes. En eso sí que son superiores, y creo que este sería el único aspecto por donde se nos puede escapar el partido, es decir, el torneo.
7. Porque estoy cansado de escuchar la odiosa frase de Lineker de que el fútbol es un deporte que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes. España confirmará que no es así, como no hace tanto lo hizo Brasil en la final del Mundial de Corea y Japón o Italia en semifinales del Mundial de hace dos años disputado precisamente en feudo teutón.
8. Porque este país se merece una alegría de este calibre y dejar de lado muchas de las tonterías que todos los días asedian en los noticieros y medios de comunicación.
9. Porque lo dice Cruyff, y Johan es un gurú en este mundo del fútbol. Atentos a sus perlas, poque siempre se aprende de ellas.
"Por juego desplegado, por goles marcados y encajados, incluso por el estado de ánimo, España es favorita. Lo único que juega es su contra es, precisamente, su rival: Alemania. Un equipo que se escapa de todo análisis previo"."Los germanos jugarán mejor o peor, pero tienen un don especial. Pierden cuando pueden perder, pero la mayoría de las veces ganan cuando han de ganar. Así de simple... así de alemán"."Con tanta gente de toque, de calidad, peloteros en mayúsculas en el centro del campo, consigues dos cosas. Dar un respiro a tus defensores y tener siempre agobiados ya no a los propios defensores rivales, sino a sus mismos centrocampistas, demasiado alejados del área rival para elaborar más allá de un pelotazo largo que normalmente acabarás controlando tú"."Se puede dar que España pierda la final. Y esto chocaría frontalmente con la mentalidad de aquí, donde lo único que importa es el último partido"."Las finales, sean las que sean, sólo las puede ganar uno. Y si a nivel de clubs ya digo que es un éxito extraordinario el llegar a la final de la Champions, lo mismo ocurre a nivel de selecciones con una final de Eurocopa o de Mundial. Si pierdes, has de sentirte inmensamente orgulloso. Si llegas y pierdes, no eres para nada un perdedor".
10. Y la más importante: porque me entusiasma la idea de celebrarlo a lo grande con mis amigos y disfrutar de una noche inolvidable. ¿Lo imagináis? ¡¡¡Mañana será una realidad!!!. Podemos, estoy seguro.
Al fin una alegría con la Selección. Ayer parecía que fuésemos campeones y "sólo" estamos en semifinales de La Eurocopa de Naciones. Pero ayer eso daba igual. Había que salir a la calle, pasarlo bien y festejarlo. Por fin hemos superado esa fatídica barrera psicológica que son los cuartos de final y ahora espera la Rusia de Arshavin, el nuevo crack del este de Europa al que muchos expertos en fútbol internacional ya conocían como "un Roberto Baggio a la rusa". Su actuación contra Holanda realmente fue espectacular. Técnica, regate, velocidad, resistencia... Pero España es mejor (con el balón) y debe demostrarlo. 
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