lunes, 22 de diciembre de 2008

Buenas vibraciones confirmadas

Desde Mi Tribuna
Si hace unos días escribía que este Barça pintaba bien, una vez pasado el temido `Tourmalet´, el enfrentamiento con Sevilla, Valencia, Real Madrid y Villarreal, se confirman esas buenas vibraciones. 0-3 al Sevilla, 4-0 al Valencia, 2-0 al Real Madrid y 1-2 al Villarreal. Y a petición de tan ilustre comentarista de este blog, a la par que gran amigo, realizaré una breve crónica del partido que vimos entre Barça y Madrid acaecido el día 13.
Seré breve, ya que el partido tampoco dio para más: un equipo que quiso golear antes de meter el primer gol y otro equipo cuyo objetivo primordial era mantener la puerta a cero, sabedor de que era la única forma de obtener un buen resultado del Nou Camp. No me gustó el Barça. Tampoco me gustó el ambiente que se creó antes del partido sobre cuantos goles le iban a caer al eterno rival. Y eso se notó en el campo. Un Barça precipitado, con ansiedad, con poca circulación de balón y muchas transiciones con el balón en los pies.
El Real Madrid, por utilizar un eufemismo, patético. Vi un equipo pequeño en el estadi. Todos bien juntitos atrás para intentar aprovechar alguna contra. Tres tiros entre los tres palos en los 90 minutos lo dice todo. Casillas perdiendo tiempo desde el primer minuto y una consigna clara. Frenar a Messi cosiéndole a patadas. Es cierto que el equipo blanco no anda nada bien y que venía con muchos lesionados. Pero el planteamiento y la actitud fue de un equipo pequeño. No me hubiera gustado ser aficionado madridista y ver el espectáculo que dio su equipo frente a su gran rival. Y el Barça, que no me gustó, lo intentó de principio a fin. Y finalmente lo consiguió. Tardó en llegar, pero fue justo. Sin jugar bien, con mucha precipitación y trasladando contínuamente el balón con Puyol y Yaya-Touré sobre todo, intentó ser fiel a su estilo. Posesión de balón, circulación rápida del balón (que no consiguió), apertura a bandas, juego posicional y presión en campo contrario. ¿Cuál es el estilo del Real Madrid? Ese, afortunadamente, es su gran problema. Con la sensación de que si el primer gol hubiera llegado antes, vi, una vez más, a un gran Casillas (aunque perdiendo tiempo desde el primer minuto, consigna de su entrenador, supongo) la diferencia en el marcador podría haber sido mucho mayor. Fue un 2-0, con un gran Casillas, reitero, y con un penalty errado por Samuel Etoó. Bien pudo terminar con más goles a favor del equipo culé, pero también bien pudo adelantar Drenthe al Real Madrid y asistir a un partido diferente. Pero de lo que pudo ser y no fue no vive el fútbol. Lo sorprendente fue ver en el postpartido a ambas plantillas contentas, cuando uno perdió 2-0 y jugó como un equipo pequeño y timorato, perdiendo tiempo desde el primer minuto e intentando parar a toda costa al mejor jugador del equipo rival. Y eso lo vio España, Europa y parte del resto del mundo. Deacuerdo que no se llevó la temida goleada que todo el entorno periodístico, de Madrid y sobre todo de Barcelona, daba casi por segura, pero muy muy pocas veces he visto a un equipo con uno de los mayores presupuestos del mundo jugar de forma tan lamentable.
¡Qué siga la racha! Porque una cosa está clara. Como dice Pep (¡que suerte que viniste, ché!) todavia no se ha ganado nada.

2 comentarios:

David Vegue dijo...

Dicen que un día, durante un partido de Brasil en 1985, un balón de pronto despegó del pie de uno de la canarinha. El balón salió por los aires como un pájaro extraviado que ha perdido el rumbo de su migración. De pronto, como la primera y después la segunda bomba atómica, se precipitó hacia abajo, mortal. Zico decidió no esperar, y se levantó en el aire en busca de esa bomba improvisada, como un hombre que hubiese nacido para bailar en el aire. Allí arriba, donde no llegan los hombres, sólo los ángeles, decidió darse la vuelta, y de espaldas al balón, mientras bajaba con urgencia para volver a ser hombre, lanzó una pierna y con la espuela envió el balón adonde los dioses quieren siempre que vaya. Dicen que en la grada un ciego, en medio de cien mil personas, se levantó y gritó: "¡cuéntenmelo, cuénteme como fue ese gol, Santo Dios!". Gracias por contarme el futbol siempre hermoso aún en partido feo, a mi, que ese día me tocó ser ciego en el mundo para vigilar el infierno. Un abrazo fuerte.

Alberto Bailador Montes dijo...

Ohh amigo, hablamos de uno de los grandes, del Pelé blanco. Mediapunta de los que gusta ver, mucha técnica, tirador de faltas impresionantes, muchos goles en su haber... Un "talentinho".

Dice la historia que el 05/07/82 hubo un partido en el estadio de Sarriá, del Mundial de España 82, que fue el mejor de los sueños para Italia y la peor pesadilla para Brasil. Se presentaba la tradicional Italia rocosa de siempre con la magia brasileña de Falcao, Zico y Sócrates en medio campo.

Aquel día hubo un antes y un después. Perdió el romanticismo pero ganó el fútbol. Dicen de aquel equipo de Brasil que deslumbró, que su juego contenía toda la belleza y la esencia del fútbol y que, quizá, ninguna selección se ha acercado tanto al mito que crearon Pelé, Gerson, Tostao, Jairzinho y Rivelino 12 años antes.

A aquel equipo se le conoce como los perdedores que vencieron.

Un abrazo.