¡Estamos en Semifinales!

Desde Mi Tribuna

Al fin una alegría con la Selección. Ayer parecía que fuésemos campeones y "sólo" estamos en semifinales de La Eurocopa de Naciones. Pero ayer eso daba igual. Había que salir a la calle, pasarlo bien y festejarlo. Por fin hemos superado esa fatídica barrera psicológica que son los cuartos de final y ahora espera la Rusia de Arshavin, el nuevo crack del este de Europa al que muchos expertos en fútbol internacional ya conocían como "un Roberto Baggio a la rusa". Su actuación contra Holanda realmente fue espectacular. Técnica, regate, velocidad, resistencia... Pero España es mejor (con el balón) y debe demostrarlo.

Confío en este equipo. Porque además de selección de jugadores, es un equipo de futbolistas comprometidos y que saben jugar de una forma: manteniendo el balón y circulándolo. Creando fútbol. Al igual que Holanda o el Barça, esta España está concebida para tocar, pisar el balón con sus jugones Xavi, Cesc fábregas, Iniesta, Silva o incluso Senna y Xabi Alonso. Y con dos estiletes en ataque que son dos auténticos quebraderos de cabeza para cualquier defensa.

Y ahora... ¿Quién se acuerda de Raúl? Posiblemente Luis Aragonés el día que decidió prescindir del símbolo del equipo que le paga, que no el de la selección de todos los españoles, puso los cimientos para lograr hacer algo grande en esta Eurocopa. No en vano sus palabras son textuales:

"Cuando acabó el Mundial, a los siguientes dos partidos vino la misma gente. Había un barco al que subirse y el que se subió esta aquí, los que no quisieron subirse al barco aquí no están"

Más claro el agua. "Esta en una Selección comprometida, que quiere y piensa hacer algo grande". Puede comprobarse que no hace falta ir de víctimas para poder hacer algo grande, eso sí, sin faltar al respeto a los rivales como pasó hace dos años en el Mundial, con ciertos diarios utilizando adjetivos desafortunados e inoportunos.

Y podemos, claro que podemos. Al menos estamos en el buen camino con estos jugadores y con su forma de jugar. Están los jugadores que quiero y juegan como quiero, con matices, pero con una idea clara.

Esta vez sí, España, merece ser campeón. Y merece ser un país feliz, contento, que se eche a la calle a gritar. Porque hoy todos, sin ninguna excepción, estamos un poquito más felices y contentos que ayer, y ójala, menos que el próximo lunes.