domingo, 13 de abril de 2008

Virus de la madrugada


Resulta muy curioso ir a trabajar los domingos por la mañana. A las 7,30 es una hora en la que unos pocos nos levantamos y muchos culminan su jornada nocturna de 8 horas. Según camino por la ciudad una multitud de historias se suceden continuamente. Veo una pareja besándose apasionadamente en la esquina de una calle. ¿Se habrán conocido esta noche? Posiblemente sí. Minutos más tarde un grupo de tres chicas y dos chicos se encuentran en el momento de separar sus destinos, aunque ellos quieren jugar su última carta, la decisiva, la que puede resultar ganadora. Ellas esperan poder descubrir esa carta, o tal vez no, no lo sé. O tal vez es al revés y se invierten los papeles. No faltan los rostros cansados por tantas horas en esa batalla nocturna regresando al hogar, o los borrachos sujetando farolas, o los cientos de taxis iluminando las calles, o los basureros dejando impoluta la ciudad para el turismo matinal.

Para mi comienza el día, para ellos finaliza la noche. Yo soy consciente del encanto que tiene el lento amanecer del cambio azulado del cielo, el trino de los pájaros, el embaucador sonido del río. Ellos no son consciente de eso. Ellos comienzan las cientos de historias que pueden deparar las noches, las fiestas, los bares. Esas historias que nos ayudan a conciliar el sueño, que nos permiten vivir de verdad. Un trayecto en el que esos benditos borrachos apoyados en las farolas, esos taxis iluminando las calles, esos bares apagando el luminoso a la vez que se llenan las churrerías y ese universo de personas hacen de una negra noche un lienzo con multitud de colores, un cuadro con un maravilloso paisaje.

¿Y qué voy a hacerle yo?? ¡Si sólo cumplo años los años bisiestos que acaban en dos!. Si no tengo costumbre de guardar la ropa si voy a nadar. Si nunca le hago ascos a la última copa ni al próximo bar. ¿Y si el amor me gusta sin celos y si pienso que al deseo los frenos le sientan fatal?! ¿Y si la noche que yo amo es larga como el silencio y amarga como el mar...?

** El óleo situado en la parte superior se denomina: "La mirada de la noche". El inferior "La noche y su reflejo" **

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ola albertucho!!! pues si que te da el paseo de los domingos por la mañana para inspirarte.no tienen ningun desperdicio los oleos, me han gustado mucho.
lo de ser personas anonimas en una multitud esta bien, porque nos permite "espiar" y a partir de aqui imaginar mil historias,que cosas.Me ha gustado.
S.R.R.

Víctor L. Gómez dijo...

Virus de la madrugada
cuento de hadas
groupie de MTV
la balada despeinada
de esta noche te la debo a tí...

Alberto Bailador Montes dijo...

... Sin negar que escribo por encargo para huerfanitos de calor
tan amargos, tan malitos, como yo...