lunes, 7 de mayo de 2012

Pep t'estimem

"Gracias a la vida por hacerme este regalo. Yo he sido un privilegiado igual que vosotros pero un poco más cerca de estos fantásticos jugadores. No sabéis el cariño que me llevo. Sentirse así de querido durante 4 y 5 años...no sabéis la felicidad que me llevo. Gracias a todos. Sobre todo a los más cercanos que han trabajado para que pudieráis pasar un buen rato viendo futbol cada día. Os hemos sentido muy cerca. Que sepáis que os echaré mucho de menos. El que más pierdo en todo esto soy yo. Pero os dejo en las mejores manos. El cinturón apretaba mucho y yo me lo desabrocho pero vosotros no hace falta que lo hagáis. Esto tendrá larga vida. Hasta pronto. No me perderéis nunca"  


GRACIAS DE CORAZÓN. Pep tuvo la despedida que se merecía, grandiosa, emotiva, sincera. El mejor entrenador de la historia, el técnico que ha conseguido cambiar la mentalidad de la afición barcelonista, se puede ir a casa orgulloso y satisfecho. Se ha perdido la Liga pero el Camp Nou ha festejado el final de temporada como una fiesta. Cientos de pancartas, muchas lágrimas de emoción y un sentimiento común: “Pep t'estimem.” Este equipo y su gran arquitecto han dado tantas alegrías que la afición culé estará eternamente agradecida. Ningún entrenador del club había salido de esta forma, por la puerta grande, con cariño y reconocimiento, con cien mil almas dándole las gracias de corazón. Como dueño de su destino, Guardiola ha tenido la despedida deseada y, lo que es más importante, su mensaje final deja bien claro que volverá al Barça: “Hasta pronto, a mí no me perderéis nunca”.


UN ABRAZO INOLVIDABLE. La despedida del genio, del gurú, del hombre que en cuatro años ha convertido al Barça en el mejor equipo del mundo, fue redonda, apoteósica, inolvidable. Encima, los jugadores le hicieron el regalo que Pep más valora, una victoria con el estilo de la marca firmada por Messi. Y el broche fue el gesto del Pichichi corriendo a la banda para fundirse en un largo abrazo con el entrenador que mejor le ha entendido. Hay que reconocer que este Barça, sin Pep y sin Leo, hubiese sido otra cosa. El argentino volvió a marcar cuatro tantos y se asegura el Pichichi con la cifra estratosférica de 50 goles, un récord brutal nunca visto en una Liga europea. El mérito de este equipo es tan excepcional, que los aficionados valoran el paso de Pep por el banquillo del Camp Nou como algo excepcional que marcará un antes y un después.


DESPEDIDA TRIUNFAL. El derbi en esta ocasión quedó en segundo plano, la despedida acabó como si se festejara un título, con los jugadores bailando una gran sardana en el círculo central en compañía del cuerpo técnico. La comunión entre el césped y la grada fue espectacular. Pep se ha ganado el corazón de los barcelonistas por su trabajo y sinceridad. Prometió esfuerzo y sacrificio cuando llegó y se marcha cargado de títulos y feliz. Lo mejor que puede pasar de cara al futuro es que no se le encuentre a faltar, lo que sería señal inequívoca de que las cosas le van bien a Tito Vilanova. Se ha ganado un año sabático, aunque todo el mundo tiene claro que Guardiola ascendió anoche a la categoría de gran reserva del barcelonismo. Como hijo pródigo que es, puede volver a casa cuando quiera.


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