viernes, 30 de octubre de 2009

Los ángeles no tienen hélices. -Canciones contadas y cantadas 14-

Como garfios de plata se clavan tus dedos en mi cuerpo y tu risa se gasta entre mis besos encendidos. Olor de algo que no existe, de amor, que tal vez no existió jamas. Quiero atarme a este momento, que pasó que ya no está. Quiero quedarme clavado en tu mirada, fulminado por ese algo que desprendes. Como fauces de loba se clavan tus dientes en mi cuerpo y tu risa se gasta entre mis labios encendidos de pasión. Aferrarme a tu cuerpo desesperadamente, a ese momento que pasó que ya no está. Entre las sombras de esta cama, besándome despacio, eres la fiera que apenas conozco. Quiero morirme en este momento, quiero quedarme clavado a tus besos. Quiero morirme en este momento, quiero quedarme clavado a tu cuerpo. El nuestro no es un amor perfecto, pero tampoco los ángeles tienen hélices. A veces te busco y sólo quiero sexo, sólo quiero tu cuerpo. Y tu me dices que no somos felices. Eres lo que busco siempre que te alejas dejándome vacío a tus espaldas. En esta vieja cama de habitación de hotel barato. Temblando, como un perro viejo... Una de mis favoritas de uno de mis favoritos. Una de las primeras canciones que más me llegó ya hace muchos años. Disfrútenla, es un regalo. Se lo aseguro.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena canción, sí señor. Me gusta.
Besín!

Alberto Bailador Montes dijo...

¿¿¿No la habías escuchado nunca???

Anónimo dijo...

sí señor duque, grande....

Anónimo dijo...

No, no la había escuchado nunca.
Supongo que habrá muchas canciones buenas que no he escuchado nunca... de Sabina, por ejemplo.
Besín!

Alberto Bailador Montes dijo...

jeje, pero de Sabina me han dicho que ahora vas hasta sus conciertos ¿no? ;)

Alberto Bailador Montes dijo...

"Señor Duque" suena bien... jejeje

Anónimo dijo...

Como era? He madurado, papá... Jajajaja!!

Alberto Bailador Montes dijo...

¿He madurado, papá????????? Qué es eso!!

Anónimo dijo...

Sé que sabrás perdonar mis largas ausencias. La nuestra no es una amistad perfecta pero tampoco los ángeles tienen hélices. Conmigo vas, mi corazón te lleva, Bailador de los Montes.

Óscar, siempre, musical y vitalmente, el último de la fila.

Alberto Bailador Montes dijo...

Claro que sé perdonar tus largas ausencias. Es más, ya ni me preocupan. Hace tiempo sí pero ya no. Aprendí tu teoría de la amistad de "si necesitas algo ya sabes donde estoy", y una vez aprendida pues la aplico de igual manera contigo.

Y poco más que decir. Cuídate mucho allá donde estés. Supongo que nos veremos en futuras bodas, cenas de Navidad o cualquiera otra "convención" de este tipo que surja.