Gracias Samuel
Parace ser que finalmente se confirma su adiós como jugador del Barça. Con Samuel Etoó el Barça ha visto a uno de los mejores goleadores de los últimos años perforar semana a semana las redes de todos los campos de España y Europa. 130 goles en 5 años hablan por sí solos, más si cabe teniendo en cuenta la grave lesión que lo tuvo tres cuartos de temporada en el dique seco. Samuel ha sido el hombre gol, el jugador que habría la lata de los partidos siempre con goles decisivos, el único delantero en el mundo capaz de realizar esa presión en la salida de balón del equipo contrario sacrificándote como el que más por el equipo. El paradigma de jugador con hambre y garra constantes a pesar de todos los títulos ganados.
Se va con dos Champions, tres Ligas, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, y en mi opinión como uno de los jugadores más rentables que ha pasado por el Nou Camp. Costó creo recordar algo menos de 30 millones de € (Gracias Florentino), amortizados con creces en estos 5 años, y se va valorado aproximadamente en el mismo precio, aunque esto es muy debatible al faltar sólo un año para que terminara su contrato en Can Barça.
Pero a toda esta lluvia de elogios de un admirador de Samuel Etoó, hay que sumar ese carácter difícil e indomable que más de una vez ha terminado en polémicas declaraciones rompiendo la armonía del vestuario. Tan decisivo como bocazas.
El año pasado salieron Deco y Ronaldinho. El Barça ganó el triplete, a Deco ni se le ha visto en Londres y Ronaldinho ha sido un fiasco en Milán. Ahora se va Etoó y le deseo todos los éxitos que se merece en el Inter, pero auguro que no será fácil. No es lo mismo jugar en el Barça que en el Inter.
Y mi opinión al respecto de todo lo que se habla de la operación Etoó la tengo muy clara. O renovarlo o venderlo. La renovación no es posible porque el entrenador no lo quiere. Entonces la solución es clara. Y lo importante es aprovechar a Etoó para asegurarse un delantero de los que marcan diferencias, y desde luego Zlatan Ibrahimovic lo es. "Ibracadabra" es un jugador diferente, de esos elegidos tocados por una varita mágica. ¿Quién es mejor de los dos? Son diferentes. Uno es garra, entrega, gol, el otro es magia, técnica, talento en estado puro. Igualar los registros de Samuel Etoó se me antoja excesivamente complicado. Pero también es verdad que los equipos de fútbol necesitan renovar, cambiar, caras nuevas. Es así. Samuel Etoó este último año no despertaba la misma simpatía que en sus tres primeras temporadas. Eso es palpable en el aficionado culé, desde el que acude al estadio hasta el que lo ve en el bar. Yo al menos así lo he percibido y creo que el que más sabe de todo esto, El Pep, también.
Así pues planteada tal situación, la solución de hacerse con un delantero de primer nivel como Zlatan Ibrahimovic (o David Villa) me parece mucho más que acertada, aún reconociendo que no creo que logre todo lo logrado por el hermano Samuel. Una operación a cuatro bandas en la que creo que ganan todos. El Barça porque se asegura seguir contando con un delantero de primerísimo nivel que no ha ganado la Champions, Ibrahimovic porque jugará en el mejor equipo del mundo y en el mejor escaparte posible para mostrarse, El Inter de Milán porque adquiere un goleador nato además de 45 kilos y el propio Etoó que logra el contrato de su vida en un equipo que le permita aspirar a todo.
Ruge San Siro, acude el más fiero de los leones. ¡Adiós León!
Desde Mi Tribuna
1 comentario:
Adios, Samuel. Gracias por todo.
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